Esto no es una Liga, esto es una súper Liga. El Real Madrid ha ganado el campeonato a lo grande, siendo el dueño de la competición de principio a fin. Tiene un mérito increíble conseguir el título en un país como España en el mes de abril, cuando todavía restan cuatro jornadas para que se ponga el punto final. Pero además el equipo dirigido por Carlo Ancelotti ha sido el líder en 32 de las 33 jornadas que se han disputado. Sólo se bajó del primer escalón de la clasificación en la segunda jornada, tras empatar ante el Levante. Una semana después una victoria frente al Betis les devolvía a lo más alto, de donde ya no se han bajado.
La Liga número 35 del Real Madrid comenzó con tres partidos a domicilio. Las obras del Santiago Bernabéu llevaron a los madridistas a no jugar ante su afición hasta el mes de septiembre, cuando se midieron al Celta. En las tres primeras jornadas sumaron siete puntos que dejaban clara las intenciones de lo de Ancelotti en este campeonato ante Alavés, Levante y Betis. Tres partido que confirmaron que Vinicius iba a ser un jugador capital. El debut en casa se firmó con un 5-2 ante el Celta y con un prometedor debut de Eduardo Camavinga. Un duelo muy especial, ya que tras la pandemia el equipo regresó a casa y se reencontró con su afición 560 días después.
Con el verano marchándose y el otoño haciendo acto de presencia, el Real Madrid ganó con épica tres puntos en Mestalla ante el Valencia. Días después, goleó al Mallorca y llegó el primer toque de atención. Un empate a cero ante el Villarreal en el Bernabéu donde los blancos fueron inferiores a los amarillos. Un aviso que se agravó en Cornellá, cuando los de Ancelotti perdieron por 2-1 ante el Espanyol.
Bendito bloque bajo
Tras la primera derrota llegaron jugadores como Kroos y Mendy, lesionados hasta ese momento, y Ancelotti empezó a dar con la tecla con el famoso bloque bajo. Así se hicieron fuertes en defensa, la sociedad Benzema-Vinicius registró su marca y encadenaron 11 partidos consecutivos sin conocer la derrota que permitió abrir brecha con sus perseguidores. Entre octubre y diciembre los blancos asaltaron campos como el Camp Nou, San Mamés o Anoeta.
El 2022 empezó con una derrota en Getafe hizo saltar las alarmas, pero entonces apareció el mejor jugador del mundo, Benzema, y el mejor portero del mundo, Courtois, para sostener al Real Madrid. Jornada tras jornada ambos fueron dejando su sello. Los blancos no permitieron que sus rivales se acercasen durante meses de regularidad total.
Un susto y una victoria de campeonato
El gran susto de la temporada llegó en el Clásico contra el Barcelona en el Bernabéu. Los de Xavi pasaron por encima de los de Ancelotti con un 0-4 que afectó lo justo. La imagen no fue la mejor, pero 15 días después ganaron en Vigo, vencieron al Getafe y lograron la remontada de la Liga ante el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán. El partido más vibrante del campeonato, donde los blancos se sobrepusieron a todo para terminar remontando un 2-0 y agarrar tres cuartos de título.
Esa victoria se celebró como un título y no era para menos. Los blancos habían sumado mucho más que tres puntos con una victoria imposible. Días después vencieron a Osasuna en El Sadar y lograron ante su afición cantar un alirón tremendamente merecido. El Real Madrid es un súpercampeón.